Alfilada asturiana

Aprovechando que estamos en Semana Santa, os traigo un pan asturiano típico de esta época: alfilada.

La alfilada es un bollo dulce trenzado típico de Asturias, que los padrinos suelen regalar a sus ahijados el Domingo de Pascua. Lo tenía pendiente de volver a intentar porque lo preparé en una ocasión para #ElPanPerfecto pero no me salió bien.

Esta vez lo he preparado siguiendo la receta de El Paraíso de los Golosos porque Encarnita es asturiana y tiene la receta más que probada, es la que siempre hace :) Además, fue quien nos propuesto hacer las alfiladas para #ElPanPerfecto. Ni que decir tiene que me han quedado muchísimo mejor que la otra vez, de los errores se aprende jajaja

¿Os animáis a prepara este bollo asturiano?

Ingredientes (2 trenzas):

Prefermento

  • 100 g harina de fuerza
  • 125 ml de agua tibia
  • 12 g levadura fresca

Masa

  • El prefermento anterior
  • 570 g harina de fuerza
  • 125 g mantequilla a temperatura ambiente
  • 180 g azúcar
  • 3 huevos
  • 50 ml anís
  • 10 g sal

Preparación:

Empezamos preparando el prefermento, sencillamente mezclando los ingredientes hasta que estén totalmente integrados. Tapamos y dejamos reposar 1h aprox.

Cuando tengamos el prefermento listo, mezclamos todos los ingredientes excepto la mantequilla y amasamos hasta obtener una masa homogénea. Si tenéis robot de cocina, amasadora, panificadora… os podéis ayudar de ella porque os facilitará bastante la labor.

Dejamos reposar la masa 10 minutos y empezamos a integrar la mantequilla. Añadiremos un tercio de la misma y amasaremos hasta que la masa la absorba por completo. Si lo hacéis a mano, no os asustéis ya que, tal como añadáis la mantequilla, la masa parecerá que se deshace, pero seguid amasando y poco a poco recuperará su forma. Dejamos reposar 5-10 minutos y repetimos 2 veces más hasta integrar la mantequilla por completo.

Ponemos la masa en un bol, la tapamos y dejamos que fermente hasta que doble su tamaño. Dependiendo de la temperatura ambiente, tardará más o menos tiempo. En mi caso estuvo casi unas 3 horas.

Una vez la masa haya doblado su volumen, la volcamos sobre la encimera y la amasamos ligeramente para quitarle el aire (desgasificamos la masa). Dividimos la masa en 6 porciones iguales y boleamos cada una de ellas.

Utilizaremos 3 bolas para hacer la trenza que dará forma a la alfilada. Hacemos “churros” con cada una de las bolas, que tengan un largo de unos 40 cm. Unimos los 3 churros/cabos en un extremo y trenzamos al estilo normal de una trenza de 3 cabos, es decir, llevamos el cabo izquierdo al centro pasándolo por encima del que estaba en el centro. Repetimos alternando lados derecho e izquierdo hasta acabar la trenza.

Repetimos la operación con las otras 3 bolas para formar la segunda alfilada.

Colocamos las alfiladas sobre papel vegetal en la bandeja del horno y tapamos. Dejamos que fermenten hasta que estén muy hinchadas. En mi caso estuvieron un total de 2 horas y hubo un rato que estuvieron con el calor residual del horno (puse el horno 2 minutos a 50ºC para que tomara calor).

Pintamos las alfiladas con huevo batido y las metemos al horno precalentado a 180ºC durante unos 25 minutos. Tened cuidado de que no se doren demasiado para que no queden duras.

Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

¡Que las disfrutéis!

Si os animáis a probar la receta de esta alfilada asturiana, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).

 

Aviso para principiantes

Hacer pan casero no es una ciencia exacta, hay muchos factores externos que no podemos controlar y que influyen en el resultado final, como pueden ser el tipo de harina utilizada, la temperatura de la habitación (o del frigorífico) donde dejéis la masa, la temperatura del horno, etc. Por eso mismo, aunque hagáis la receta siempre igual, nunca obtendréis el mismo resultado, habrá diferencias en vuestro pan.

En lo que a mí respecta, intento detallaros el proceso lo mejor posible tanto con fotos como por escrito. Aun así, seguir al pie de la letra la receta no implica que obtengáis un pan exactamente igual al de las fotos, por la acción de esos factores externos que os he comentado.

Saber trabajar con esos factores (echar más agua si la masa no tiene la textura necesaria, acortar/alargar el tiempo de levado, etc.) es algo que se aprende con la práctica así que no os desaniméis si a la primera no os queda un pan de libro, volvedlo a intentar y veréis como poco a poco, con la misma receta, conseguís mejores resultado :) ¡Ánimo panarras!

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