¿Vuestros amigos os han invitado a cenar y no sabéis que llevar? No os preocupéis porque os traigo la solución: paté al oporto.
Y la pregunta tiene su razón, la semana pasada fui a casa de unos amigos a cenar y me comprometí a llevar algo de aperitivo. Os puedo asegurar que devoraron el paté al oporto en un visto y no visto, llevé 2 cuencos y duraron un santiamén.
La verdad es que nunca me había animado a hacer paté casero antes, pero creo que voy a ir haciendo versiones de esta receta porque no puede ser más sencillo de hacer y estar más bueno. Además, es barato de hacer ya que los higaditos (y en general la casquería) no suele ser muy cara. Y bueno, ni que decir tiene que es una fuente de hierro impresionante.
Y antes de ponernos con la receta os quería advertir que, con los ingredientes que indico, sale un paté al oporto con un intenso sabor a hígado (como debe ser en un paté). A mí personalmente me gusta para ocasiones concretas y en moderada cantidad, no es un paté para desayunarlo todas las mañanas Si queréis aligerarlo un poco, hay miles ideas en Internet: añadir pechuga de pollo, queso crema, etc. Lo dejo a vuestra elección
Ingredientes:
- 300 g de higaditos de pollo
- 75 g de bacon
- 1 cebolla mediana
- 50 ml de vino de oporto
Gelatina
- 2 hojas de gelatina neutra
- 70 ml de vino de oporto
Preparación:
Pelamos, picamos la cebolla finamente y la ponemos a fuego lento en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando empiece a transparentarse agregamos el bacon, subimos un poco el fuego y salteamos unos minutos.
A continuación, añadimos los higaditos de pollo bien limpios y seguimos salteando hasta que pierdan el color crudo. En ese momento, añadimos el vino y dejamos unos minutos para que se evapore todo el alcohol.
Con todo cocinado, lo pasamos a la picadora/robot de cocina/batidora (lo que cada uno tenga) y lo trituramos hasta obtener un paté con la textura que queramos. A mí me gusta que tenga una textura fina pero no importa si no lo trituráis tanto y os queda algún trocito, así aparenta mucho más casero
Pasamos el paté a los moldes donde lo vayáis a conservar y, básicamente, ya tendríamos listo nuestro paté al oporto, pero vamos a darle un toque extra para que quede aún mejor.
Vamos a preparar una gelatina de oporto con la que cubriremos el paté. No tienen ningún misterio, es super sencilla de hacer. Solamente tenéis que poner las hojas de gelatina a hidratar en agua fría durante unos 2-4 minutos y, pasado ese tiempo, las escurrís y las mezcláis con vino templado hasta que se disuelvan completamente. Vertemos sobre el paté y dejamos que se cuaje.
Ya tenemos listo nuestro paté al oporto 100% casero.
¡Que lo disfrutéis!
Si os animáis a probar la receta, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).
Que delicia! Me lo llevo!
Llévate cuanto quieras