El romanescu siempre me ha llamado la atención cuando lo veía en las tiendas, es como si él solo te invitase a comprarlo y cocinarlo, parece salido de algún experimento científico por tanta perfección en sus formas. Así que la semana pasada no pude resistir la tentación de comprarlo y acabé preparando un romanescu gratinado.
El romanescu pertenece a la familia de la coliflor y del brócoli y, aunque parezca que es un híbrido de ambas, realmente es una variedad de la coliflor italiana. Lo más llamativo e hipnotizante de esta verdura es, sin lugar a dudas, las infinitas espirales que le dan forma.
El romanescu es la perfección de la naturaleza representada en una simple verdura, su forma representa una sucesión de Fibonacci, la cual es la base de la proporción aurea que representa la perfecta armonía de las formas. Los expertos también llaman al romanesco «col fractal» porque su forma cumple esta ecuación matemática que se repite desde el primer trozo hasta el infinito. Cada ramita de ella tiene la misma composición geométrica que la col de la que procede. De ahí que esa perfecta armonía nos parezca tan atractiva.
Y después de este momento matemático sobre la composición del romanescu, volvemos al apartado gastronómico que es el que más nos interesa aquí. Esta familia de verduras tiene la mala fama de ser bastante indigestas. Sin embargo, de todas ella, el romanescu es la más fácil de digerir. Tiene un sabor similar al del brócoli y ya sabemos que esta última verdura suele ser el enemigo por excelencia de los más peques de la casa. Por ello, hay que buscar la forma de cocinarlo para que sea más atractivo al paladar y disfrutemos comiéndolo ya que es una de las verduras más sanas que podemos encontrar.
Hoy os traigo un romanescu gratinado con bechamel que, aunque añadamos alguna que otra caloría más, hará las delicias de los más peques de la casa.
Ingredientes:
- 1 Romanescu
- 2 patatas medianas
- Bacón (o pechuga de pavo si lo queréis más sano)
- Tomate frito
- Bechamel
- Queso rallado
Preparación:
Cortamos el romanescu quitando las hojas exteriores y separándolo en “arbolitos”. Enjuagamos bien con abundante agua para quitar todos los restos de tierra que pueda haber. Si no queremos echar el tallo lo podemos reservar para usar en otra receta
Echamos agua con sal en una olla y la ponemos a fuego fuerte. Mientras se calienta, lavamos bien las patatas para quitarle los restos de tierra que tengan, aunque las compremos ya lavadas. Cuando el agua rompa a hervir, echamos las patatas y las dejamos cocer unos 30-40 minutos, dependiendo del tamaño de la patata, hasta que estén blandas. Pasado ese tiempo, las sacamos de la olla y echamos el romanescu en el mismo agua para cocerlo durante unos 10-15 minutos ya que si lo dejamos más tiempo acabarán deshaciéndose los “arbolitos”.
Cuando la patata esté atemperada y podamos manejarla sin quemarnos, le quitamos la piel y las machacamos con un tenedor para hacer un puré. Si queremos tener un puré con una textura más suave podemos echar un poco de leche y mezclarlo bien con la patata hasta obtener la textura deseada. Condimentamos con un poquito de sal, pimienta y, opcionalmente, se le puede echar una nuez de mantequilla al puré, aunque yo personalmente no se lo pongo en esa receta.
En una fuente apta para horno, ponemos una capa de tomate frito, luego repartimos el romanescu por toda la superficie, cubrimos con una capa de bechamel y otra de puré de patatas. Por último, cubrimos con el bacón y el queso rallado. Yo usé bacón en lonchas troceadas pero podéis usar perfectamente daditos de bacón o, si queréis una receta más sana, dados de pechuga de pavo, por ejemplo. No es necesario que salteéis el bacón antes, ya que se hará perfectamente en el horno.
Una vez montado nuestro “pastel”, metemos al horno precalentado a 180º C y lo gratinamos hasta que esté bien dorado por encima.
Sacamos nuestro romanescu con cuidado de no quemarnos y lo servimos para comer caliente, recién salido del horno.
¡Que lo disfrutéis!
que buena recomendación el pavo, yo lo prefiero así, gracias. me quedo fenomenal, la cara de mi marido no miente jaj, saludos
Muchas gracias
Me alegro que os haya gustado. Sin duda con pavo es más sano jajaja aunque con el bacon seguro que que alegran mas la cara aún.
¡Un saludo!