Salsa pesto casera

Una de las salsas más conocidas para la pasta es la salsa pesto, un básico en la cocina italiana, y hoy te enseñamos como hacer tu propia salsa pesto casera :)

Muchas veces compramos botes de salsas ya preparadas por el ahorro de tiempo que suponen, porque los ingredientes no son fáciles de encontrar o porque salen hasta casi más baratas que hacerlas caseras. Con la salsa pesto suele pasar esto mismo porque no todos tenemos a mano albahaca fresca y el precio de los piñones no es precisamente asequible (no me había percatado de esto hasta que compré un botecito para hacer la receta…). Pero no cabe ninguna duda que una salsa casera está infinitamente más buena y es mucho más sana que las salsas “de bote” así que os animo a que probéis a hacer vuestra propia salsa pesto.

El pesto es una salsa originaria de Liguria (Italia) y su nombre procede del genovés “pestare” que significa machacar o moler en un mortero, que es la forma en que tradicionalmente se prepara esta salsa y que os voy a enseñar en esta receta. Como ya os he comentado, es una de las salsas más conocidas para acompañar la pasta, pero hay infinidad de recetas en las que podréis utilizarla. Próximamente os enseñaré una de ellas :)

¿Preparados para machacar, moler y triturar?

Ingredientes (para 2 personas):

  • 20 gramos de albahaca fresca
  • 3 cucharadas de piñones
  • 30 gramos de queso parmesano (o grana padano)
  • 30 gramos de queso viejo de oveja (opcional)
  • 1 diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Preparación:

Os voy a explicar cómo preparar el pesto tal cual se prepara tradicionalmente, usando un mortero, pero si queréis tardar menos tiempo en hacerlo u os gusta que tenga una textura más uniforme podéis seguir los mismos pasos usando una batidora.

Ponemos en el mortero las hojas de albahaca sin tallo, los piñones, el ajo troceado y una pizca de sal. Lo ideal sería usar sal gruesa para que se triture todo mejor, pero se puede hacer igualmente con sal final (como la que usé para las fotos). Añadimos un chorro generoso de aceite y empezamos a machacar los ingredientes hasta que empiece a formarse una pasta más o menos homogénea, ya que no queremos que nos queden trozos grandes de ningún ingrediente. Según vayamos triturando, podemos echar un poco más de aceite pero siempre probando de sabor porque si usamos un aceite más bien intenso nos puede dar demasiado sabor.

Una vez que tenemos todo triturado, echamos el queso parmesano rallado y el queso viejo de oveja. La receta original se hace con queso pecorino pero es un queso que no se encuentra con facilidad ni a un precio asequible, así que lo podemos sustituir perfectamente por un queso curado viejo de oveja. También podéis usar solamente el parmesano, como suelo hacer yo, para no rebajar su intenso sabor.

Por último, como seguramente nos habrá quedado una salsa muy espesa, se pueden ir añadiendo cucharadas de agua templada mientras mezclamos bien para que se integre y hasta que tengamos la consistencia que prefiramos (con unas 4 cucharadas tendría una textura perfecta para la pasta).

Y llegados a este punto entra en juego el gusto de cada uno. Aunque aparecen las cantidades de los ingredientes, las salsas dan mucho juego a la hora de variar las proporciones según el gusto de cada uno. Os recomiendo que probéis la salsa y añadáis lo que creáis conveniente para potenciar o rebajar los sabores que buscáis. También dependiendo del uso que le vayáis a dar al pesto (no solo se usa para la pasta…ya veréis que uso le damos en una próxima) podremos necesitar diferentes texturas y/o intensidades de sabor.

Ya tenemos lista nuestra salsa pesto para utilizar en nuestra pasta preferida o en cualquier otro plato que hagáis.

¡Que la disfrutéis!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>