Si sois unos adictos al chocolate y os gustan los panes dulces, os traigo una receta que os va a encantar: babka de chocolate y pistacho.
El babka no es desconocido para mí, ya que en su momento ya os hice una versión salada: un babka de chorizo. Pero me quedaba pendiente enseñaros a hacer el babka de chocolate, que es la versión más típica y extendida. Aunque yo le he dado un toque crujiente extra con unos pistachos troceados.
Por si no lo conocíais, el babka se podría decir que es una especie de brioche trenzado y relleno. Hace un tiempo se puso muy de moda y yo, como siempre, llego tarde a estas cosas jajaja
¿Os animáis a prepararlo?
Ingredientes:
- 310 g de harina de fuerza
- 140 g de masa madre *
- 135 ml de leche
- 1 huevo (55 g aprox.)
- 30 g de azúcar
- 60 g de mantequilla
- 7 g de sal
- 3 g de levadura fresca (opcional)
Para el relleno:
- 90 g de chocolate negro 85%
- 40 g de mantequilla
- 20 g de azúcar (opcional)
- Pistachos troceados
* Podéis sustituir la masa madre por 140 g de prefermento. Mirad la receta del babka de chorizo para ver cómo prepararlo.
Preparación:
Antes de empezar con la receta del babka de chocolate, os comento que no es necesario añadir la levadura extra que aparece en la lista de ingredientes. Solamente la necesitaréis (esa cantidad o un poco más) si vais justos de tiempo y necesitáis acelerar las fermentaciones.
Partimos de la base de que tenemos la masa madre activada (o el prefermento listo). En un bol ponemos todos los ingredientes excepto la mantequilla y mezclamos hasta integrar. Amasamos con reposos (1 o 2 minutos de amasado y 10 de reposo) hasta que desarrollemos el gluten y tengamos una masa fina. En mi caso, me he ayudado de la amasadora para hacerlo, pero podéis hacerlo a mano perfectamente.
Volvemos a amasar añadiendo la mantequilla a tacos en 4-5 tandas, integrando completamente en la masa antes de añadir más mantequilla. Veremos que la masa se “deshace” cuando integramos la mantequilla, pero es normal. Cuando tengamos toda la mantequilla añadida, volvemos a amasar con reposos hasta que volvamos a desarrollemos el gluten.
Tapamos la masa y dejamos fermentar hasta que haya doblado su volumen (o incluso triplicado). Dependiendo de la temperatura ambiente, puede tardar 3-5h perfectamente.
Aprovecharemos este tiempo para preparar el relleno, de manera que esté frío cuando vayamos a estirar la masa. Simplemente poned en un bol el chocolate con la mantequilla y derretirlo en el microondas en intervalos de pocos segundos (no os paséis para que no coja exceso de temperatura). Cuando esté derretido, añadimos el azúcar y mezclamos todo hasta integrar.
Cuando la masa haya fermentado, volcamos la masa sobre la encimera y amasamos ligeramente para desgasificar la masa. Extendemos con ayuda de un rodillo hasta formar un rectángulo de unos 40×30 cm.
Repartimos la mezcla de chocolate por toda la superficie de la masa y espolvoreamos los pistachos troceados.
Enrollamos la masa sobre el lado largo y cortamos el rollo resultante por la mitad longitudinalmente, sin llegar a cortar el extremo superior. Giramos las mitades para que el relleno esté hacia arriba y trenzamos la masa.
Cogemos un molde rectangular apto para horno y lo forramos con papel de horno para evitar que nuestro babka de chocolate se quede pegado al hornear. En mi caso, no me ha hecho falta porque lo rocío con spray desmoldante y sale perfecto luego. Colocamos la masa en el molde, la tapamos y dejamos que vuelva a fermentar.
Cuando el babka de chocolate esté bien hinchado, metemos al horno precalentado a 180ºC durante unos 30 minutos. Como siempre, tendréis que ir revisando porque cada horno es distinto. Si se empieza a dorar mucho por encima, podéis cubrirlo con papel de aluminio.
Sacamos del horno y dejamos reposar 10 minutos antes de desmoldar. Posteriormente, colocamos sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
¡Que lo disfrutéis!
Si os animáis a probar la receta de este babka de chocolate y pistacho, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).
Aviso para principiantesHacer pan casero no es una ciencia exacta, hay muchos factores externos que no podemos controlar y que influyen en el resultado final, como pueden ser el tipo de harina utilizada, la temperatura de la habitación (o del frigorífico) donde dejéis la masa, la temperatura del horno, etc. Por eso mismo, aunque hagáis la receta siempre igual, nunca obtendréis el mismo resultado, habrá diferencias en vuestro pan.
En lo que a mí respecta, intento detallaros el proceso lo mejor posible tanto con fotos como por escrito. Aun así, seguir al pie de la letra la receta no implica que obtengáis un pan exactamente igual al de las fotos, por la acción de esos factores externos que os he comentado.
Saber trabajar con esos factores (echar más agua si la masa no tiene la textura necesaria, acortar/alargar el tiempo de levado, etc.) es algo que se aprende con la práctica así que no os desaniméis si a la primera no os queda un pan de libro, volvedlo a intentar y veréis como poco a poco, con la misma receta, conseguís mejores resultado ¡Ánimo panarras!