Vuelvo a las recetas indias para traeros uno de los platos más típicos de estos restaurantes: butter chicken (pollo indio con mantequilla).
Ya sabréis que soy un auténtico fan del curry (en el blog encontraréis muchas recetas con curry) y de la comida india en general. Si habéis estado en restaurantes de comida india, el trío de platos estrella son: pollo korma, pollo tikka masala y butter chicken. Y, claro, no podían faltar en el blog (aunque el tikka masala tengo que hacerlo de verdad y no en versión exprés).
El butter chicken posiblemente sea el más cremoso de los tres por lo que aporta la mantequilla a la salsa. Por eso mismo, vais a querer que rebañar el plato y dejarlo limpio. Además, si utilizamos carne de calidad para que tenga sabor, como el pollo ecológico de Finsa Sabil, vais a quere rebañar aún más.
Lo ideal sería utilizar ghee, que es una especie de mantequilla clarificada muy típica de la cocina india, pero yo lo he preparado con mantequilla normal, para que veáis cómo queda con ingredientes más cotidianos.
¿Os animáis a probar este butter chicken?
Ingredientes (3 raciones):
- Pechugas de pollo troceadas (unos 600 g)
- ½ cucharadita de tandoori masala
- ½ cucharadita de jengibre en polvo
- ½ cucharadita de chile en polvo
- ½ cucharadita de pimentón de la Vera
- ½ cucharadita de sal
Salsa
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 trozo de jengibre fresco (mismo tamaño que el ajo)
- 1 cucharada de garam masala
- 1 cucharadita de comino molido (o en granos si no tenéis)
- 1 cucharadita de chile en polvo
- 1 lata de tomate triturado (unos 400 g)
- 70 g de anacardos crudos
- 200 ml de nata
- 2 cucharadas de mantequilla
Preparación:
En un bol ponemos la pechuga de pollo troceada junto con las especias y mezclamos bien para que el pollo se impregne de todas ellas. Si podéis prepararlo un par de horas antes o incluso la noche anterior, mucho mejor porque así el pollo cogerá más sabor. Pero no es necesario, podéis simplemente sazonarlo justo antes de prepararlo.
En una sartén amplia ponemos un poco de mantequilla y, cuando esté caliente, echamos el pollo y lo cocinamos el tiempo justo para que se sellen los trozos. Retiramos y reservamos.
En la misma sartén añadimos la cebolla picada bien fina y la cocinamos a fuego bajo para que se poche. Cuando empiece a transparentarse y a ablandarse, añadimos el ajo picado, el jengibre fresco rallado y el resto de las especias. Removemos para que todo se reparta bien.
Añadimos en la sartén el tomate triturado y los anacardos. Tapamos la sartén y dejamos que la salsa se cocina a fuego bajo durante unos 15-20 minutos. Pasado ese tiempo, trituramos todo con la batidora hasta obtener una salsa fina.
Para darle el punto cremoso a nuestro butter chicken, simplemente añadimos a la salsa la nata y un par de cucharadas de mantequilla. Removemos para que se integren en la salsa y devolvemos el pollo a la sartén. Dejamos cocinar 10 minutos más.
Servimos antes de que se enfríe acompañado de una buena ración de arroz basmati y un poco de pan (lo ideal es un pan naan) porque vais a querer rebañar la salsa de este butter chicken.
¡Que lo disfrutéis!
Si os animáis a probar la receta de estos butter chicken, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).
Post patrocinado