Si sois tan fan de queso como yo, no tengo ninguna duda que estas croquetas de queso y nueces os van a encantar, son dos ingredientes que combinan genial.
Recetas de croquetas puede haber casi tantas como a uno se le ocurra y, de vez en cuando, os traigo mis ideas de croquetas para que os animéis a probarlas. Unas sencillas croquetas de queso pueden parecer poca cosa, pero si las combinamos con unas nueces, os aseguro que el resultado es genial.
El queso siempre queda genial con los frutos secos, es una combinación que viene genial, por ejemplo, cuando preparamos una tabla de picoteo. Así que no es de extrañar que combinen igual de bien en estas croquetas de queso y nueces. El toque crujiente de las nueces es el complemento perfecto para unas cremosas croquetas de queso.
¿Os animáis a probarlas?
Ingredientes:
- 150 g de queso curado
- 75 g de nueces troceadas
- 100 g de mantequilla
- 100 g de harina
- 800-900 ml de leche entera
- Nuez moscada
- Huevo y pan rallado para rebozar
Preparación
Lo primero será rallar el queso curado para que lo tengamos listo cuando nos pongamos a preparar la bechamel de la masa. Os recomiendo que uséis un queso potente, para que el sabor esté bien presente en la masa, que se note que son croquetas de queso y nueces. En mi caso, he usado un queso de cabra madurado.
Una vez rallado el queso, vamos con la bechamel. Os voy a contar cómo la hago yo para que me quede sin ningún grumo, pero en esto de la bechamel, cada maestro tiene su librillo. Así que preparadla a vuestro modo
Derretimos la mantequilla en una sartén a fuego medio y, cuando lo esté, añadimos la harina. Removemos y dejamos que se haga/tueste durante un par de minutos. Con eso conseguiremos que luego las croquetas no sepan a harina cruda.
Ahora vamos con mi proceso de preparar bechamel. En un cazo aparte, habremos calentado la leche y la tendremos templada durante todo el proceso. Incorporamos un poco de leche y la integramos completamente en la masa removiendo constantemente. Cuando se haya integrado, repetimos el proceso. Es mejor ir poco a poco porque así conseguiremos ir integrando toda la leche en la masa a la vez que diluimos la harina y evitamos que se formen grumos.
La cantidad de leche dependerá de cómo de cremosas os gusten las croquetas. Para estas croquetas de queso y nueces os recomiendo usar simplemente 800 ml de leche. Al ser un relleno sin apenas consistencia (el queso se derretirá e integrará en la masa), con esa cantidad quedarán suficientemente cremosas.
Dicho esto e integrada toda la leche en la masa, incorporamos el queso rallado, las nueces troceadas y un poquito de nuez moscada. Removemos hasta integrar todos los ingredientes en la masa.
Vertemos la masa de las croquetas de queso y nueces en un recipiente, untado ligeramente con aceite. Cubrimos con film “a piel”, es decir, pegando el film a la masa para evitar que se forme costra. Cuando la masa se haya enfriado la metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Damos forma a las croquetas como soláis, yo lo hago directamente con las manos. Las rebozamos pasándolas por huevo batido y pan rallado. Prestad especial atención a que estén bien cubiertas de pan rallado, para que no se salga la masa al freírlas.
Freímos en abundante aceite bien caliente. Al sacarlas, las dejamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
En cuanto se enfríen lo justo para no quemarnos, ya podéis zamparos estas croquetas de queso y nueces.
¡Que las disfrutéis!
Si os animáis a probar la receta de estas croquetas de queso y nueces, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Instagram | Facebook | Twitter).