Flamenquines de pollo

La receta de esta semana es uno de los empanados más clásicos (con el permiso de las croquetas) de nuestra gastronomía: flamenquines de pollo.

Normalmente los flamenquines se hacen con jamón york o, si son cordobeses, con filetes de cerdo, pero yo me he decantado por hacer unos flamenquines de pollo que están igual de buenos :) Todo porque el pollo es la carne que más me gusta.

Ya sé que la receta de hoy no tienen ningún misterio, pero es que un clásico como este no podía faltar en el blog y llevaba tiempo detrás de publicarla. Aunque os confieso que hacía mucho tiempo que no preparaba flamenquines de pollo (bueno, de ningún tipo).

Por otro lado, sabéis que, en muchas ocasiones, estas típicas recetas de empanado las suelo preparar al horno por aquello de hacerlas algo más saludables evitando la fritura. Hoy he cambiado y he preparado estos flamenquines de pollo friéndolos, me apetecía darme un caprichito. Pero si los hacéis al horno, contadme que tal os quedan :)

Ingredientes:

  • Filetes de pechuga de pollo
  • Jamón serrano
  • Un queso que funda bien
  • Para empanar: harina, huevo y pan rallado

Preparación:

Lo primero es comentaros que, como es lógico, el tamaño de los flamenquines de pollo dependerá del tamaño de los filetes. En mi caso le pedí al carnicero que me cortara la pechuga, pero si sois habilidosos con el cuchillo mejor, porque así sacáis los filetes del tamaño que prefiráis :)

Para que no queden unos flamenquines muy gordos, os recomendaría que machaquéis un poco los filetes para aplanarlos. Pero bueno, aquí al gusto del consumidor jejeje

Para preparar los flamenquines de pollo sencillamente extendemos un filete, ponemos una loncha de jamón serrano y un poco de queso. En mi caso, en vez de usar queso de lonchas puse un queso edam que tenía por la nevera que funde mucho. Enrollamos el flamenquín apretando para que quede algo prieto.

Permitidme que os dé una recomendación. Para que el flamenquín quede bien sellado y no se nos abra al freírlo, cuando coloquéis el relleno, dejad sin relleno el borde del filete que hará de cierre.

Una vez enrollados todos los flamenquines de pollo, los empanamos pasándolos por harina, huevo batido y pan rallado.

Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, freímos los flamenquines de pollo (por tandas, para evitar que se enfríe el aceite). Freíd primero por el lado del cierre para que se selle y no se abra. Cuando estén bien doraditos por un lado, les damos la vuelta para freírlos por el otro lado. Sacamos y colocamos sobre papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.

Y, como no podría ser de otra manera, servimos nuestros flamenquines de pollo con patatas, ya sean gajo/deluxe, risoladas o fritas simplemente.

¡Que los disfrutéis!

Si os animáis a probar la receta de estos flamenquines de pollo, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).

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