La receta de esta semana es uno de los manjares que descubrí hace un par de años en mi viaje a Japón: katsukarē o curry japonés.
Cuando pensamos en comida japonesa automáticamente todo el mundo piensa en sushi, pero hay vida más allá del pescado crudo. Y, menos mal, porque no soy nada aficionado al sushi jajaja En Japón descubrí que tienen una amplia gastronomía y que no está muy extendida por aquí: ramen, udon, gyozas, okonomiyaki, takoyaki, yakitori, tonkatsu, kushikatsu y un largo ect. De hecho, en el blog ya tengo alguna receta de inspiración japonesa.
Pero, de todos ellos, me quedo con el katsukarē o curry japonés. Es un plato sencillo de arroz, curry y filete empanado (katsu, que tradicionalmente chuleta de cerdo pero que yo hoy he hecho con pollo). Además, con distintas variantes de picante al gusto de cada uno.
Aunque el curry lo importaron de la India, ahora se ha convertido en uno de los platos estrellas del país nipón. Allí te encuentras restaurantes rollo fastfood que solo sirven curry, podría vivir a base de ellos jajajaja
La única “pega” de esta receta es que necesitaréis tener a manos un “preparado de curry japonés”, que son unas pastillas de caldo concentrado. Pero en España es fácil encontrar la marca Golden Curry, así que no tenéis excusa para no prepararlo
¿Os apetece viajar hasta Japón para preparar este katsukarē o curry japonés?
Ingredientes:
- Preparado de curry japonés
- 1 cebolla mediana
- 1 zanahoria
- Setas shiitake al gusto
- 1 filete de pollo grueso por persona
- Harina, huevo y panko, para empanar
- Arroz
Preparación:
Picamos finamente la cebolla y la zanahoria y troceamos gruesamente las setas shiitake. En una cazuela a fuego medio-bajo, con un chorrito de aceite, echamos todas las verduras y dejamos que se pochen lentamente.
Cuando las verduras estén blandas, añadimos unos 600 ml de agua, subimos el fuego y dejamos que hierva. En ese momento añadiremos el preparado de curry japonés siguiendo las instrucciones del fabricante.
En mi caso, bastaba con agregar las pastillas de curry y dejar hervir unos 10 minutos. Por ejemplo, el preparado que me traje de Japón, además de las pastillas, traía un sobre de salsa que había que echar antes y cocinar 15 minutos.
Por otro lado, tendremos que preparar el katsu de pollo. Para ello simplemente empanamos al estilo tradicional pasando el filete por harina, huevo y panko (pan rallado japonés) y freímos hasta que esté dorado. Reservamos sobre papel de cocina para que suelte el exceso de aceite.
También, al mismo tiempo, tendremos que cocer arroz para que esté listo a la vez que el curry.
Servimos en un plato ancho con una buena ración de arroz, abundante curry y todo coronado con el katsu de pollo troceado. A disfrutar de vuestro katsurakē o curry japonés.
¡Itadakimasu!
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