Korvapuusti (rollo de canela finlandés)

Ahora que llega el frío, el plan perfecto para las tardes es: sofá, manta, vuestra bebida caliente favorita y un korvapuusti.

Y diréis, ¿qué es esa palabra rara? Pues un korvapuusti no es más que la versión finlandesa del típico rollo de canela y la principal diferencia es el formado que tiene. 

Este verano probé el korvapuusti cuando estuve en Helsinki y me enamoró el sabor. La combinación del relleno de canela con el cardamomo de la masa es simplemente impresionante.Así que me dije que los tenía que hacer en cuanto llegase el frío.

Y no sólo el sabor, no sabéis el aroma que se queda en la cocina después de hornearlos. Es que te reconforta totalmente.

¿Os animáis a probarlos?

Ingrediente (10-12 unidades):

Para la masa

  • 355 g de harina de todo uso
  • 180 ml de leche tibia
  • 60 g de mantequilla
  • 60 g de azúcar
  • 1 huevo
  • 17 g de levadura fresca (5,5g si usáis levadura de panadero)
  • 1 cdta de cardamomo
  • 1 cdta sal

Para el relleno

  • 55 g de mantequilla (en pomada)
  • 70 g de azúcar moreno
  • 1 – 1,5 cda de canela

Preparación:

En un bol ponemos todos los ingredientes de la masa excepto la mantequilla. Amasamos hasta que todo esté bien integrado y, en ese momento, vamos añadiendo la mantequilla en dados poco a poco, amasando de nuevo cada vez que la incorporamos. Tendremos que obtener una masa fina, lisa y que no se pegue a las manos.

Para amasar podéis hacerlo directamente a mano o con ayuda de cualquier electrodoméstico (robot de cocina, amasadora, etc.). Para facilitar la labor, al igual que hacemos con el pan, podéis amasar con reposos.

Una vez que tengamos la masa lista, tapamos el bol con un paño limpio (o un gorro de ducha viene genial) y dejamos que fermente el tiempo necesario hasta que, mínimo, doble el volumen. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente.

Mientras que fermenta la masa podemos ir preparando el relleno del korvapuusti. Para ello juntamos los ingredientes en un bol y, con un tenedor o una espátula de silicona, mezclamos hasta obtener una pasta homogénea.

Cuando la masa haya fermentado, la pasamos a la encimera y la amasamos ligeramente para desgasificarla. Con un rodillo de cocina, estiramos la masa hasta obtener un rectángulo de unos 40 x 30 cm aproximadamente. 

Repartimos el relleno que hemos preparado por toda la superficie de la masa y enrollamos sobre el lado corto (imaginando que tenemos el rectángulo en horizontal, enrollaríamos de arriba a abajo).

Dividimos la masa haciendo cortes un poco en diagonal para formar triángulos (en las fotos podéis ver cómo quedarían). Colocamos cada porción con el lado corto hacia arriba (lo que sería la punta superior del triángulo) y aplastamos por el centro ligeramente con los dedos, para darle la forma típica al korvapuusti. Tapamos y dejamos fermentar de nuevo hasta que vuelvan a doblar el tamaño.

Cuando lo hayan hecho, los pintamos con leche y espolvoreamos almendra laminada (podéis usar también azúcar perlado).

Metemos al horno precalentado a 200ºC y horneamos durante unos 15 minutos aproximadamente. Como sabéis, cada horno es un mundo y tendréis que vigilar el tiempo. La idea es dejarlos el tiempo justo para que empiecen a dorarse ligeramente. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Aunque el korvapuusti está igual de rico cuando se haya enfriado, os recomiendo probar uno cuando aún esté templado…¡vais a alucinar!

¡Que los disfrutéis!

Si os animáis a probar la receta de este korvapuusti, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales ( Instagram | Facebook |Twitter).

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