Antes de que empiece el calor de verdad y no os apetezca encender el horno, os traigo estas magdalenas de requesón que endulzarán vuestros desayunos y meriendas.
No me acuerdo ni de la última vez que publiqué una receta de magdalenas. Ya sabéis que mi pasión por el dulce y la repostería es bastante limitada, soy más de salado. Pero llevaba un tiempo dándole vueltas a preparar unas magdalenas de requesón. La verdad es que tienen el toque justo de dulzor, como a mi me gustan
He aprovechado que tengo mucha harina de tritordeum en casa para hacerlas porque es una harina que viene genial para preparaciones reposteras. Además, no me digáis que no quedan llamativas con ese toque dorado que le aporta el tritordeum.
¿Os animáis a preparar estas magdalenas de requesón?
Ingredientes (12 magdalenas):
- 225 g de harina de tritordeum
- 200 g de requesón
- 3 huevos
- 125 g azúcar
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra
- 12 g de levadura química
- Ralladura de naranja
- Una pizca de sal
Preparación:
Empezaremos blanqueando los huevos, para ello los ponemos en un bol junto con el azúcar y los batimos con unas varillas hasta que la mezcla se vuelva clara y esponjosa. En mi caso he utilizado la amasadora por comodidad, pero se puede hacer igualmente de manera manual.
Pasamos ahora a incorporar al bol el aceite, el requesón y la ralladura de naranja. Volvemos a batir hasta que esté todo bien integrado, sobre todo que el requesón quede bien desmenuzado, que no haya pegotes.
Por otro lado, tamizamos la harina junto con la levadura y la sal, con esto conseguiremos que no se formen grumos. Incorporamos la mezcla en 3 tandas al bol donde tenemos los ingredientes líquidos. Tras cada incorporación batimos hasta que todo vuelva a quedar integrado. Tapamos y metemos la masa unos 30 minutos en la nevera.
Sacamos la masa de la nevera y removemos un poco porque habrá espesado ligeramente. Llenamos las cápsulas de las magdalenas con la masa, no pasando de los ¾ de la capacidad, para evitar que desborden al crecer en el horno.
Metemos al horno precalentado a 200ºC durante unos 15 minutos. Dependiendo del horno la temperatura variará así que vigiladlas para que no se os quemen Al tener la masa enfriada en la nevera, habrá mayor contraste de temperatura al meterlas al horno, con lo que conseguiremos que crezcan más y formen el típico copete.
Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla… si es que sois capaces de esperar jajaja
¡Que las disfrutéis!