Los que ya me conocéis pensaréis, ¿otra receta de molletes? Pero hoy os traigo unos muy particulares: molletes de alta hidratación.
¿Y por qué os digo que son muy particulares? Porque están hechos al estilo gaditano. Imaginaos un pan con el aire y los alveolos de una chapata, pero blandito como un mollete. En Cádiz son muy típicos este tipo de molletes, aunque hay distintas variantes en la provincia. Los más conocidos son los de Espera, pero también son típicos los de El Bosque o Alcalá de los Gazules. Así que, como buen gaditano, no podía dejar de hacerlos.
La verdad es que, aunque llevo muchos años haciendo pan, nunca me había atrevido a hacerlos porque no me llevo muy bien con las masas hidratadas jajaja Pero siguiendo la receta del gran Ibán Yarza y algo de técnica de Edu Lavandeira, han salido a la primera.
¡Están iguales que los que yo conozco! Con deciros que en casa me han dicho que prefieren estos a los tradicionales, no digo más.
¿Os animáis con estos molletes de alta hidratación estilo gaditano?
Aparte de la receta escrita, podéis ver el vídeo del proceso en mi perfil de Instagram
Ingredientes:
- 500 g de harina panadera
- 140 g de masa madre
- 380-400 ml de agua
- Una bolita de levadura fresca ( como unos 2 g)
- 10 g de sal
Preparación:
En un bol amplio colocamos el agua, la masa madre, la levadura fresca y, por último, la harina y la sal. Mezclamos con ayuda de una rasqueta o una paleta de madera hasta que esté todo integrado. No necesitamos amasar, solo queremos una masa con todos los ingredientes integrados. Tapamos y dejamos reposar unos 20 o 25 minutos.
Pasado ese tiempo, amasamos haciendo pliegues. Para ello simplemente estiramos un poco la masa desde un borde y la plegamos hacia el dentro. Giramos un poco el bol y repetimos. Con unos 5-6 pliegues cubriremos toda la “circunferencia” de la masa y será más que suficiente. Repetimos el proceso de reposo/pliegues unas 4 o 5 veces, hasta que veamos que la masa coge cuerpo.
Dejamos que la masa fermente sobre unas 3 o 4 horas (contando desde que empezamos con los pliegues), hasta que duplique su tamaño aproximadamente.
Pulverizamos agua sobre la encimera de la cocina y volcamos la masa. Nos mojamos bien las manos y la rasqueta y dividimos en 8 porciones de tamaño parecido. Al tener todo bien húmedo, no tendremos problemas con que la masa se nos pegue a ninguna superficie. No dudéis en pulverizar más agua si lo necesitáis. Boleamos las porciones de masa y dejamos fermentar sobre una tela o una tabla con abundante harina.
Dejamos fermentar de 1h30min a 2 horas. Pasado ese tiempo, traspasamos a la bandeja del horno sobre papel vegetal y horneamos unos 10 minutos a 250ºC sin vapor.
Dejamos enfriar completamente nuestros molletes de alta hidratación sobre una rejilla.
¡Que los disfrutéis!
Si os animáis a probar la receta de estos molletes de alta hidratación, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).
Aviso para principiantes
Hacer pan casero no es una ciencia exacta, hay muchos factores externos que no podemos controlar y que influyen en el resultado final, como pueden ser el tipo de harina utilizada, la temperatura de la habitación (o del frigorífico) donde dejéis la masa, la temperatura del horno, etc. Por eso mismo, aunque hagáis la receta siempre igual, nunca obtendréis el mismo resultado, habrá diferencias en vuestro pan.
En lo que a mí respecta, intento detallaros el proceso lo mejor posible tanto con fotos como por escrito. Aun así, seguir al pie de la letra la receta no implica que obtengáis un pan exactamente igual al de las fotos, por la acción de esos factores externos que os he comentado.
Saber trabajar con esos factores (echar más agua si la masa no tiene la textura necesaria, acortar/alargar el tiempo de levado, etc.) es algo que se aprende con la práctica así que no os desaniméis si a la primera no os queda un pan de libro, volvedlo a intentar y veréis como poco a poco, con la misma receta, conseguís mejores resultado ¡Ánimo panarras!