Estás en tu casa de campo cuando unos amigos se presentan por sorpresa… ¿no puedes ofrecerles unos Ferrero Rocher a lo Isabel Preysler? No te preocupes, con poco esfuerzo puedes ofrecerles unas sabrosas palmeritas de jamón york y queso que te solucionarán la situación. Obviamente, no tienen el glamour de unos Ferrero pero harán las delicias de tus invitados.
Este aperitivo te servirá tanto para llevar algo a una cena informal como para deleitar a tus invitados en casa. Es súper sencilla de hacer y la verdad que merecen la pena porque están riquísimas.
Ingredientes:
- Una lámina de hojaldre
- Jamón york
- Queso en lonchas
- Un huevo (opcional ya que es para pintar las palmeritas)
Preparación:
Ponemos la lámina de hojaldre sobre una superficie plana y la estiramos con un rodillo para que nos quede más fina. Usad una lámina cuadrada/rectangular, os será mucho más fácil hacer las palmeritas y quedarán mejor. No hagáis como yo, que para la foto usé una lámina redonda y la tuve que “cuadrar” usando el rodillo…
Una vez bien estirada la masa, cubrimos todo con jamón york llegando hasta los bordes y sin dejar nada de masa sin cubrir. Luego hacemos lo mismo cubriendo con el queso.
Ahora tenemos que empezar a enrollar desde un lado llegando solo hasta la mitad. Hacemos lo mismo con el lado contrario hasta tener la masa en dos rollos unidos.
Procedemos a cortar las palmeritas, haciéndolas de un grosor de un dedo más o menos porque si quedan demasiado finas son más difíciles de manejar y no quedan tan bien. Las vamos poniendo sobre un papel de horno dejando algo de separación entre ellas para que no se nos peguen. Y las metemos al horno (precalentado a 200ºC) unos 15 minutos o hasta que veamos que empiezan a ponerse doraditas. Si queréis a mitad de cocción podéis darle la vuelta para que se os queden más o menos igual por ambos lados…lo dejo a decisión vuestra.
Antes de meterlas al horno, si queréis, podéis pintarlas con el huevo batido para que cojan un dorado más bonito y brillante. Yo solo las pinto cuando las voy a llevar a algún sitio porque para consumo propio no me parece tan importante la presentación y luego siempre me sobra huevo y acaba en la basura, así no malgasto comida.
Y eso es todo Podéis comerlas tanto calientes como frías, de cualquier manera están buenísimas.
Y por último, echadle imaginación al asunto y utilizad los ingredientes que queráis (por ejemplo, en las palmeritas fotografiadas puse un poco de tomate frito también).