Hoy volvemos con una nueva entrega de “No solo mixto” para esas noches que no queremos cocinar pero nos apetece algo distinto: pitas de pollo con salsa de yogur al curry.
Desde hace un tiempo nuestras ciudades se han inundado de kebabs que les hacen la competencia a las típicas hamburgueserías de comida rápida. Hoy vamos a hacer nuestra versión casera y más sana de los kebabs, con unos panes de pita caseros y cambiando la carne de kebab (esos rollos gigantes que no sabemos de qué están hechos) por unas pechugas de pollo. Además, el toque oriental se lo daremos con una salsa de yogur al curry.
Una receta fácil y rápida (suponiendo que tenemos la masa del pan preparada) para esos días que no nos apetece comernos mucho la cabeza a la hora de cenar.
Ingredientes:
- Pan de pita casero
- Filetes de pechuga de pollo
- Setas
- Espinacas
- Quesos varios (de cabra, rallado, etc.)
Para la salsa de yogur:
- 1 yogur griego
- Una cucharadita colmada de curry
- Zumo de medio limón
- Cebollino (opcional)
Preparación:
Lo primero, comentaros que no os he puesto cantidades porque creo que dependen un poco del tamaño de los panes de pita que tengáis y de la cantidad de relleno que queráis poner. Así que id probando y calculad a vuestro gusto.
Picamos las setas y las ponemos en una sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite y las salteamos. Cuando veamos que dejan de soltar el agua que traen, incorporamos los filetes de pechuga de pollo cortados en tiras y esperamos hasta que se doren. No los dejéis demasiado para que no se queden muy secos.
Por otro lado, prepararemos la salsa de yogur al curry. Vertemos un yogur griego natural en un vaso y le echamos una cucharadita colmada de curry y el zumo de medio limón. Con un tenedor mezclamos todo muy bien hasta que quede una salsa homogénea. Probamos y rectificamos de sabor, por si nos ha quedado muy ácido del limón o sabe muy poco a curry. Opcionalmente podemos picar un poco de cebollino e incorporarlo a la salsa.
Os recomiendo que os animéis a hacer vuestros propios panes de pita casero porque su sabor es incomparable a los comerciales. Podéis consultar la receta que ya publicamos en el blog.
Una vez tengamos los panes de pita caseros recién hechos y calentitos (o si no os decidís, los que compréis), solo nos queda rellenarlos. Abrimos el pan de pita cortándolo hasta la mitad y ponemos una base de hojas de espinaca (podéis cambiarla por lechuga, canónigos, cogollos, etc.), encima una mezcla del pollo con las setas y terminamos con una mezcla de quesos (medallón de queso de cabra, mozzarella, queso rallado…). El toque final de sabor exótico se lo daremos echando la salsa de yogur al curry que hemos hecho 
Ya tenemos listas nuestras pitas de pollo con salsa de yogur al curry. A comer antes de que se nos enfríen.
¡Que las disfrutéis!
