Quiche lorraine

Siguiendo con la cocina francesa os traigo uno de sus platos más conocidos y extendidos fuera de sus fronteras: quiche lorraine.

La receta del quiche lorraine proviene de la región de la Lorraine, en Francia y consiste en una tarta salada abierta, elaborada con masa brisa (masa quebrada) a la que se vierte una salsa batida de lácteos diversos (leche o crème fraîche) y huevo denominada migaine. La migaine suele aromatizarse con pimienta negra y nuez moscada molidas. En la recete original no se le incluía ningún ingrediente más pero en el siglo XIX se le empiezan a añadir las tiras de panceta características de la receta actual.

Hoy nos vamos a centrar en la receta tradicional, que solo incluye panceta (bacón), pero hay infinidad de variantes que podéis hacer aunque ya no será una quiche lorraine propiamente dicha ya que sus nombres varían según los ingredientes extras como por ejemplo: quiche vosgienne si lleva queso gruyere o quiche florentine si lleva espinacas.

Animaos a hacerla ya que es una receta muy sencilla y con un resultado que no tiene nada que envidiar a las quiches de los bistrós galos.

Ingredientes:

  • 1 lámina de masa quebrada/brisa
  • 200 gr de bacón
  • 200 ml de nata
  • 100 ml de leche
  • 4 huevos
  • Sal, pimienta y nuez moscada

Preparación:

Para hornear la quiche utilizaremos un molde redondo apto para horno. Usualmente se utiliza un molde estilo tartera con los bordes rizados y, a ser posible, con base desmontable para facilitarnos el trabajo luego. En caso de no ser de base desmoldable (como en mi caso) podemos forrar el molde con papel vegetal o sulfurizado para que así no se pegue la masa y podamos sacar la quiche con facilidad.

Estiramos la masa quebrada y cubrimos el molde con ella, retirando toda la masa sobrante de los bordes. Si la masa nos queda un poco justa en el molde, podemos estirarla un poco con un rodillo aunque nos quedará una masa más fina.

Cubrimos el fondo de la masa con papel de aluminio y/o ponemos encima unos garbanzos o cualquier otra semilla que pese (en mi caso solo tenía lentejas que no pesan mucho…) y metemos al horno precalentado a 180º C durante unos 15 minutos. Al poner los garbanzos haciendo peso evitaremos que la masa suba al cocerse y nos quede una base irregular.

Pasado ese tiempo, sacamos la masa del horno, retiramos el papel de aluminio y los garbanzos y pintamos el fondo con un poco de huevo. Volvemos a meter al horno unos 3-4 minutos para que el huevo selle la masa y evite que luego absorba la humedad del relleno y se quede blanda.

Doramos el bacón en una sartén a fuego medio, sin aceite ya que la propia grasa que suelte el bacón nos servirá para freírlo. Podemos hacer este paso mientras la masa está cociéndose en el horno y así ahorramos tiempo :) En un bol aparte batimos los huevos y los mezclamos con la nata, la leche y las especias.

Sobre el fondo de la masa echamos la mitad del bacón. A continuación, vertemos la mezcla de huevo y nata y terminamos echando el resto del bacón por encima.

Finalmente, volvemos a meter al horno a 180º C durante unos 30 minutos o hasta que veamos que está dorado y cuajado. Podéis introducir un pincho para comprobar si está cuajado al igual que hacemos con los bizcochos.

Y nada más, lo ideal es degustarla recién salida del horno y calentita pero tampoco os defraudará si la coméis fría.

¡Que la disfrutéis!

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