Tarta de chocolate

Hoy os traigo esta deliciosa tarta de chocolate porque estoy de cumpleaños…¡¡¡No me comes nada cumple 4 años!!!

Cuando me paro a pensar, aún me parece mentira que lleve más de 200 receta publicadas, cosa que me parecía inimaginable cuando comencé con el blog. Como siempre, esto no podría ser posible sin toda la gente que me anima a seguir adelante, intentando ser cada día un poquito mejor en esto ¡Gracias! :)

Por otro lado, este año me marqué el objetivo de mejorar fotográficamente las recetas para que parecieran más profesionales y más apetitosas. Y creo que lo he cumplido, poco a poco voy mejorando la calidad de las fotos, dedicándole más tiempo a los detalles para que os entren ganas de probar las recetas con solo verlas.

Así que para celebrar los 4 años de No me comes nada, tenía que hacer una tarta de nivel, algo que me llevaba rondando la cabeza tiempo, una tarta de decir…¡guau! La repostería y, sobre todo, la “decoración repostera” es mi punto débil, soy muy torpe con los detalles y por eso no me anima demasiado. Pero este año le he dedicado esfuerzo y tiempo…creo que el resultado ha merecido la pena :)

Así que, después de todo ese momento emotivo/reflexivo, ¿vamos a por la tarta de chocolate?

Ingredientes (molde 20 cm):

Para el bizcocho:

  • 2 huevos L
  • 280 g de azúcar blanco
  • 120 ml de aceite de girasol o aceite de oliva suave
  • 160 ml de leche
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 180 g de harina de trigo
  • 60 g de cacao puro desgrasado en polvo
  • 2 cucharaditas de levadura química (Royal)
  • Una pizca de sal
  • 120 ml de agua caliente

Para la buttercream:

  • 250 g de azúcar glass
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 100 g de chocolate negro 85%

Preparación:

Bizcocho

En un bol amplio, batimos los huevos hasta que espumen y añadimos posteriormente azúcar, batiendo hasta que la mezcla blanquee. Incorporamos el aceite, la leche y la esencia de vainilla, en este orden y volviendo a batir tras cada ingrediente para que se mezcle todo bien.

Ahora vamos con los ingredientes “secos”. Incorporaremos la harina, el cacao y la levadura todo junto, tamizándolo previamente para evitar que se formen grumos. Batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Añadimos una pizca de sal y removemos ligeramente para que se reparta por la mezcla.

Por último, añadiremos el agua caliente y volveremos a batir hasta obtener una mezcla homogénea. Vertemos en el molde, que habremos engrasado ligeramente para facilitar el desmoldado y que no se pegue el bizcocho.

Metemos al horno precalentado a 180ºC durante unos 40-45 minutos. Como siempre, cada horno es un mundo y los tiempos son orientativos. La prueba básica para saber si el bizcocho está hecho es pincharlo con un palillo (o cuchillo) y comprobar que sale limpio.

Sacamos del horno y dejamos enfriar, sin desmoldar, sobre una rejilla durante unos 10 minutos para que el bizcocho se asiente. Desmoldamos y procedemos a hacer los cortes al bizcocho. Por un lado, quitaremos el sobrante superior (el “copete” que le sale al bizcocho) para alisar la superficie. Por otro lado, cortaremos el bizcocho por la mitad para hacer 2 capas. Dejamos enfriar totalmente las 2 capas sobre la rejilla.

Buttercream

Cuando el bizcocho se haya enfriado prepararemos la buttercream. Lo ideal para preparar esta crema sería tener un robot estilo Kitchenaid pero sé que eso lo tiene poca gente. La siguiente opción sería tener una batidora de dobles varillas porque están preparadas para aguantar mucho tiempo de batido y son más asequibles. Y, por último, está mi opción, jajaja que básicamente es tener el complemento de varilla para una batidora normal. Complica el proceso porque batir no es igual de cómodo que con las anteriores y hay que tener la precaución de no sobrecalentar la batidora, vaya a ser que se nos estropee. Pero se puede perfectamente con cualquier opción, así que no tenéis excusa :)

Empezaremos derritiendo el chocolate ya que queremos que no esté caliente cuando lo vayamos a incorporar a la buttercream. Lo más cómodo es derretirlo en el microondas, poniéndolo a media potencia y vigilando, cada pocos segundos, para evitar que “hierva” y amargue. Reservamos.

Pues bien, en un bol amplio ponemos la mantequilla troceada y a temperatura ambiente. Batimos a baja potencia hasta que se ablande un poco y, luego, subimos la velocidad de la batidora y batimos durante unos 5 minutos (con la precaución de no sobrecalentar nuestra batidora tradicional en caso de usarla). Con esto conseguiremos que la mantequilla quede cremosa y aireada. Añadimos el azúcar glas y repetimos el proceso, al principio lento para evitar crear una nube de azúcar y, en cuanto no haya riesgo de salpicaduras, a toda potencia durante otros 5 minutos.

Añadimos el chocolate (que ya debería haberse enfriado) y batimos el tiempo justo para que esté totalmente integrado en la buttercream.

Montaje

Y llegamos a la parte realmente complicada de la receta. Obtener una cobertura lista requiere práctica y habilidad. Os confieso que es la primera vez que me queda una tarta tan perfecta de cobertura (y dista de ser realmente perfecta) porque soy un desastre con las coberturas.

Os voy a hacer, lo mejor posible, una descripción del proceso de cubrir la tarta con la buttercream pero os recomiendo que, si nunca habéis hecho una cobertura con buttercream, veáis distintos vídeos en YouTube para haceros una idea más clara del proceso.

Lo primero será montar los pisos de la tarta. En esta ocasión es fácil porque solo tenemos 2 capas. Para el piso de abajo utilizaremos la capa de arriba del bizcocho, con la parte del copete que hemos quitado hacia arriba. Echamos una capa generosa de buttercream de chocolate sobre esta capa, que será el relleno de nuestra tarta de chocolate Ahora ponemos el piso de arriba, utilizando la capa inferior del bizcocho pero, atención, con la base hacia arriba. De esta manera conseguiremos tener una superficie totalmente lisa en la parte superior del bizcocho.

Ahora toca dar la primera capa de cobertura. Será una capa delgada cuya función es crear una superficie lisa, para que las migas del bizcocho no afeen el resultado final. De hecho, se la conoce como capa recogemigas. Pues lo dicho, se cubre todo el exterior del bizcocho con una capa fina de cobertura y se mete en la nevera durante unos 30 minutos para que se endurezca.

Pasado este tiempo, toca poner la capa definitiva de cobertura, ahora sí, más generosa que la anterior. Con ayuda de una espátula iremos alisándola, en varias pasadas y con delicadeza. Como os he dicho antes, conseguir una cobertura lisa es cuestión de práctica.

Una vez que tengamos cubierta nuestra tarta de chocolate ya solo queda que la decoréis como más os guste

¡Que la disfrutéis!

Si os animáis a probar la receta de esta tarta de chocolate, no dudéis en compartir vuestra versión etiquetándome en las redes sociales (Facebook | Instagram | Twitter).

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